Es bueno recordar días felices del pasado, pero no como lo hace Job en este capítulo. Es bueno si hay humildad y gratitud, pero no encontramos nada de esto en el capítulo de hoy. Predomina el YO.
Job recuerda su justicia, su prosperidad, sus buenas obras. Muchos siervos de Dios viven del pasado y están propensos a orgullo y vanagloria como la que practica Job en esta porción. Nuestro presente no puede andar bien si tenemos que ir al pasado para encontrar cosas buenas. Tratemos de enumerar beneficios presentes y promesas para el porvenir, sin olvidar gratitud por lo que Dios ha hecho en el pasado.
Las cenizas del pasado no traen consuelo al corazón de Job. Job dice que Dios le guardaba (v. 2¡Quién me volviese como en los meses pasados, Como en los días en que Dios me guardaba,), le iluminaba (v. 3Cuando hacía resplandecer sobre mi cabeza su lámpara, A cuya luz yo caminaba en la oscuridad;), le acompañaba (vs. 4,54 Como fui en los días de mi juventud, Cuando el favor de Dios velaba sobre mi tienda; 5 Cuando aún estaba conmigo el Omnipotente, Y mis hijos alrededor de mí;) y proveía lo que necesitaba. Tomemos nota del tiempo pasado en todos estos verbos. Imitemos mejor al salmista que dice: “Jehová es mi luz” (27:1Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?); “es mi pastor” (23:1Jehová es mi pastor; nada me faltará.); me “corona de favores” (103:4El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias); “sacia de bien tu boca” (103:5El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila.), etc.
Al orar el día de hoy, recordemos el pasado con gratitud, pero también pensemos en el presente que debe ser mejor y en el futuro, mejor todavía.