La quinta visión, como las anteriores, tiene fondo histórico, proyección profética y aplicación presente. Al despertar de su sueño el profeta ve “un candelabro todo de oro”, encima del cual hay un depósito de aceite alimentado por dos olivos.
Sabemos que el candelabro habla de testimonio. Los olivos representan a Zorobabel, el gobernador, y a Josué, el sacerdote (v. 14Y él dijo: Estos son los dos ungidos que están delante del Señor de toda la tierra.), los dos ungidos para ayudar a restaurar el testimonio. Pero será Cristo, el Rey-Sacerdote, quien restaurará en forma completa a Israel. Lo perfecto se enfatiza con el número siete: siete lámparas, tubos y ojos.
De esta lectura aprendamos que:
1. En todo trabajo para el Señor, no es el ejército ni la fuerza (energía carnal), sino el poder del Espíritu Santo lo que produce resultados (v. 6Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos; Hch. 1:8pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.).
2. La fe y la oración, pero sobre todo la gracia de Dios, quita los obstáculos (v. 7¿Quién eres tú, oh gran monte? Delante de Zorobabel serás reducido a llanura; él sacará la primera piedra con aclamaciones de: Gracia, gracia a ella.; 2 Co. 12:9Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo).
3. No debemos despreciar los pequeños principios de una obra para Dios (v. 10Porque los que menospreciaron el día de las pequeñeces se alegrarán, y verán la plomada en la mano de Zorobabel. Estos siete son los ojos de Jehová, que recorren toda la tierra). Ejemplos: una “pequeña nube” es precursora de gran lluvia (1 R. 18:44A la séptima vez dijo: Yo veo una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar. Y él dijo: Ve, y di a Acab: Unce tu carro y desciende, para que la lluvia no te ataje.); “cinco panes y dos peces” en las manos del Señor alimentaron a una gran multitud (Mt. 14:17,21Y ellos dijeron: No tenemos aquí sino cinco panes y dos peces Y los que comieron fueron como cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.).