El escritor está por entrar a la primera parte de su tercer punto de comparación: Cristo es superior a todo sacerdote Aarónico.
1. Puntos de semejanza: (a) El sacerdocio fue conferido por la voz de Dios (5:4,10 4Y nadie toma para sí esta honra, sino el que es llamado por Dios, como lo fue Aarón. 10y fue declarado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.). (b) Fue constituido a favor de los hombres (5:1,91Porque todo sumo sacerdote tomado de entre los hombres es constituido a favor de los hombres en lo que a Dios se refiere, para que presente ofrendas y sacrificios por los pecados 9y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen). (c) Fue establecido para mostrar “paciencia con los ignorantes y extraviados” (4:15Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado; 5:2para que se muestre paciente con los ignorantes y extraviados, puesto que él también está rodeado de debilidad).
2. Puntos de diferencia: (a) Su condición: Sin pecado (4:15Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado), con pecado (5:3y por causa de ella debe ofrecer por los pecados, tanto por sí mismo como también por el pueblo.). (b) Su experiencia: Vencedor de la tentación (4:15Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado), “rodeado de debilidad” (5:2para que se muestre paciente con los ignorantes y extraviados, puesto que él también está rodeado de debilidad). (c) Su perfección: Por su obediencia y su virtud, ésta es eterna (5:8,9 8Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; 9y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen), por sangre ajena, su virtud es parcial y temporal: sólo valía para él y tenía que repetir el sacrificio cada año (5:3y por causa de ella debe ofrecer por los pecados, tanto por sí mismo como también por el pueblo).
Dentro de este cuadro comparativo hay tres pensamientos profundos:
“Al que le podía librar de la muerte” (5:7Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente), nos dice que su batalla con la muerte fue real (2:14Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo) y que obtuvo la victoria por el poder del Padre, y que fue oído por “su temor reverente”.
“Aprendió la obediencia” (5:8Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia), nos recuerda Filipenses 2:8y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz..
“Acerquémonos, pues, confiadamente” (4:16Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.), pero para “alcanzar misericordia y hallar gracia”, no para exigir socorro.