Este Salmo tiene dos partes contrastadas: Clamor (vs. 1-9Ir a la Biblia en línea) y Cántico (vs. 10-20Ir a la Biblia en línea).
La angustia del principio se convierte en alabanza al final. El salmista buscó consuelo en la oración (vs. 1-31 Con mi voz clamé a Dios, A Dios clamé, y él me escuchará. 2 Al Señor busqué en el día de mi angustia; Alzaba a él mis manos de noche, sin descanso; Mi alma rehusaba consuelo. 3 Me acordaba de Dios, y me conmovía; Me quejaba, y desmayaba mi espíritu.) y en la historia (vs. 4-64 No me dejabas pegar los ojos; Estaba yo quebrantado, y no hablaba. 5 Consideraba los días desde el principio, Los años de los siglos. 6 Me acordaba de mis cánticos de noche; Meditaba en mi corazón, Y mi espíritu inquiría:), pero no podía escapar del quebranto. Hace cinco preguntas que pueden parecer demasiado atrevidas al que no ha vivido en carne propia las experiencias del salmista.
La palabra: “Selah” (v. 9¿Ha olvidado Dios el tener misericordia? ¿Ha encerrado con ira sus piedades? Selah ) marca el cambio de ritmo. El salmista llega a cánticos de alabanza porque su camino, aunque difícil, era el indicado. La oración y la meditación en Dios siempre nos sacarán de la depresión.
Subraye: “me acordaba” (v. 3Me acordaba de Dios, y me conmovía; Me quejaba, y desmayaba mi espíritu. Selah ), “consideraba” (v. 5Consideraba los días desde el principio, Los años de los siglos.), “meditaba” (v. 6Me acordaba de mis cánticos de noche; Meditaba en mi corazón, Y mi espíritu inquiría:), “haré yo memoria” (v. 11Me acordaré de las obras de JAH; Sí, haré yo memoria de tus maravillas antiguas.), etc., en los primeros versículos y recuerde que el Señor nos dice hoy: “Haced esto en memoria de mí” (1 Co. 11:2424y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.).
Meditar mucho en la obra hecha en el Calvario debe llevarnos a abrir la boca en adoración.
Contemplarme a mí mismo me deprime; contemplar a mis prójimos me desanima; pero contemplar a Cristo es un deleite sin par. ¿Dónde vamos a poner nuestros ojos hoy? (Heb. 12:2puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.).