El Salmo principia y termina con gratitud y adoración. La razón es que Dios está cerca como juez y protector de su pueblo. Asaf venció la envidia que sentía hacia el impío (Sal. 73Ir a la Biblia en línea) y la angustia ante el silencio de Dios (Sal. 74Ir a la Biblia en línea), y ahora, se alegra porque Dios está cerca.
El nombre de Dios expresa su naturaleza y hay gran bendición para “los que piensan en su nombre” (Mal. 3:1616Entonces los que temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y para los que piensan en su nombre.). Otras buenas razones para sentir gratitud son que hay un tiempo señalado y que hay un juicio recto (v. 2Al tiempo que señalaré Yo juzgaré rectamente.).
“Dios es el juez” (v. 7Mas Dios es el juez; A éste humilla, y a aquél enaltece.) que humilla al altivo y enaltece al que confía en su nombre (Lc. 14:11Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido.). Las alternativas son juicio o justificación.
En Apocalipsis 14:10él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero leemos del cáliz mencionado en este Salmo y que será la porción del impío. El creyente sabe que su Señor recibió la copa amarga de mano de su Padre para que él participe de “la copa de bendición” (Jn. 18:11Jesús entonces dijo a Pedro: Mete tu espada en la vaina; la copa que el Padre me ha dado, ¿no la he de beber?; 1 Co. 10:16La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?).
Cuatro veces en este Salmo se menciona que enaltecer es obra de Dios. Meditemos en esto y en las palabras del apóstol: “¿Qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?” (1 Co. 4:7Porque ¿quién te distingue? ¿o qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?).