Este Salmo anticipa el día cuando, en forma visible, Cristo reine sobre toda la tierra. La seguridad de que esto ocurrirá nos debe dar ánimo en días difíciles. Hay tres visiones de Dios:
1. En el trono (vs. 1,21 Jehová reina; se vistió de magnificencia; Jehová se vistió, se ciñó de poder. Afirmó también el mundo, y no se moverá. 2 Firme es tu trono desde entonces; Tú eres eternamente.). Contemplamos su eternidad y majestad. Sabemos que, aunque el mundo rechace el gobierno de Dios, su trono es firme.
2. Ante las aguas (vs. 3,43 Alzaron los ríos, oh Jehová, Los ríos alzaron su sonido; Alzaron los ríos sus ondas. 4 Jehová en las alturas es más poderoso Que el estruendo de las muchas aguas, Más que las recias ondas del mar.). Contemplamos su grandeza y poder. Las naciones gentiles se representan en las Escrituras como aguas agitadas, ya sean ríos (Is. 8:7,8 7he aquí, por tanto, que el Señor hace subir sobre ellos aguas de ríos, impetuosas y muchas, esto es, al rey de Asiria con todo su poder; el cual subirá sobre todos sus ríos, y pasará sobre todas sus riberas; 8y pasando hasta Judá, inundará y pasará adelante, y llegará hasta la garganta; y extendiendo sus alas, llenará la anchura de tu tierra, oh Emanuel.; Jer. 46:7,87¿Quién es éste que sube como río, y cuyas aguas se mueven como ríos? 8Egipto como río se ensancha, y las aguas se mueven como ríos, y dijo: Subiré, cubriré la tierra, destruiré a la ciudad y a los que en ella moran) o el mar (Is. 17:12,1312¡Ay! multitud de muchos pueblos que harán ruido como estruendo del mar, y murmullo de naciones que harán alboroto como bramido de muchas aguas. 13Los pueblos harán estrépito como de ruido de muchas aguas; pero Dios los reprenderá, y huirán lejos; serán ahuyentados como el tamo de los montes delante del viento, y como el polvo delante del torbellino.). Dios permite la oposición de las naciones, pero es más fuerte que ellas y las dominará al final. Los suyos serán partícipes de su triunfo.
3. En relación con su Palabra y su casa (v. 5Tus testimonios son muy firmes; La santidad conviene a tu casa, Oh Jehová, por los siglos y para siempre.). Aquí vemos su fidelidad y su santidad. Debemos confiar en sus testimonios y nos conviene ser santos si queremos morar en su casa.
Observemos el tiempo del verbo en el versículo 1Jehová reina; se vistió de magnificencia; Jehová se vistió, se ciñó de poder. Afirmó también el mundo, y no se moverá.. Sabemos que reinará, pero la verdad es que ya reina hoy. ¿Es mi Rey? ¿Creo su palabra? ¿Practico la santidad que él exige?