Septiembre 20

Miqueas 3:1-12Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

“¿NO CONCIERNE A VOSOTROS...?”

En esta segunda sección el profeta se ocupa del que debe gobernar al pueblo de Dios. Comienza con los deberes de los “jefes de la casa de Jacob” (v. 9Oíd ahora esto, jefes de la casa de Jacob, y capitanes de la casa de Israel, que abomináis el juicio, y pervertís todo el derecho). Tomemos la lección de hoy y apliquémosla a los que, cual ellos, han recibido la responsabilidad de pastorear la grey de Dios, la iglesia. Se notan en la profecía tres clases de responsables:

1) Príncipes, jefes o capitanes. Los que debían saber “lo que es justo” (v. 1Dije: Oíd ahora, príncipes de Jacob, y jefes de la casa de Israel: ¿No concierne a vosotros saber lo que es justo?), para así CONDUCIR al pueblo por el camino recto.

2) Profetas. Los que debían tener el “poder del Espíritu de Jehová” para CORREGIR al pueblo y denunciar su pecado (v. 8Mas yo estoy lleno de poder del Espíritu de Jehová, y de juicio y de fuerza, para denunciar a Jacob su rebelión, y a Israel su pecado.).

3) Sacerdotes. Los que debían andar con Dios y conocer de su gracia para COMUNICAR al pueblo la voluntad de Dios gratuitamente (v. 11Sus jefes juzgan por cohecho, y sus sacerdotes enseñan por precio, y sus profetas adivinan por dinero; y se apoyan en Jehová, diciendo: ¿No está Jehová entre nosotros? No vendrá mal sobre nosotros.).

Leamos Efesios 4:11-1611Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, 13hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; 14para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, 15sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, 16de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor. y veamos si estamos ayudando a la iglesia para que sea edificada “en amor”. Entre nosotros, como miembros, debe haber concierto, unión y ayuda mutua. Tomemos nota para no caer en los pecados de ayer: opresión (v. 3que coméis asimismo la carne de mi pueblo, y les desolláis su piel de sobre ellos, y les quebrantáis los huesos y los rompéis como para el caldero, y como carnes en olla.), perversión (v. 5Así ha dicho Jehová acerca de los profetas que hacen errar a mi pueblo, y claman: Paz, cuando tienen algo que comer, y al que no les da de comer, proclaman guerra contra él) y rebelión (v. 8Mas yo estoy lleno de poder del Espíritu de Jehová, y de juicio y de fuerza, para denunciar a Jacob su rebelión, y a Israel su pecado), que hacían que edificaran “a Sión con sangre” (v. 10que edificáis a Sion con sangre, y a Jerusalén con injusticia.) en vez de con amor.

“El Sembrador”
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