Hay tres grandes fracasos en la vida de este siervo de Dios:
1) Cuando imita al MUNDO al llevar el arca en un carro nuevo (1 Cr. 13:5-14IR A LA BIBLIA EN LÍNEA), descuidando su testimonio.
2) Cuando cedió ante las pasiones de la CARNE en el caso de Betsabé (2 S. 11IR A LA BIBLIA EN LÍNEA), y se olvidó de guardar la santidad.
3) Y lo que leemos en este capítulo nos muestra que se dejó vencer por SATANAS (v. 1Pero Satanás se levantó contra Israel, e incitó a David a que hiciese censo de Israel.), quien atacó su fe. ¿Qué mal había en levantar un censo? En la acción misma, ninguno. A su tiempo y bajo sus órdenes, Dios había pedido varias veces que esto se hiciera. Si el mal no está en el hecho, debe estar en el móvil o en la manera. Contra el consejo sabio de Joab, David olvidó la humildad que lo caracterizó en tantas ocasiones y se llenó de orgullo, buscando satisfacción propia en vez de andar por fe. “Sin fe es imposible agradar a Dios” (Heb. 11:6Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.) y aquí leemos: “Asimismo esto desagradó a Dios” (v. 7Asimismo esto desagradó a Dios, e hirió a Israel. ).
David se zafó de este lazo del diablo confesando su pecado (v. 8Entonces dijo David a Dios: He pecado gravemente al hacer esto; te ruego que quites la iniquidad de tu siervo, porque he hecho muy locamente.). La restauración de David y la obra de gracia en su corazón se ven en la elección del castigo. Prefiere caer en manos de un Dios misericordioso y no en las del hombre.
Dios ordena un sacrificio en el lugar donde más tarde se edificaría su casa (v. 18Y el ángel de Jehová ordenó a Gad que dijese a David que subiese y construyese un altar a Jehová en la era de Ornán jebuseo.).