INTRODUCCIÓN
A LOS DOS LIBROS DE CRÓNICAS

LOS Libros de Crónicas eran originalmente, en la Biblia hebrea, un sólo libro que aparecía al final del Antiguo Testamento. Fue escrito después de la cautividad en Babilonia, lo que es evidente desde el principio de la lectura ya que las genealogías llegan hasta Josadac, que fue transportado de Jerusalén por mano de Nabucodonosor (1 Cr. 6:15y Josadac fue llevado cautivo cuando Jehová transportó a Judá y a Jerusalén por mano de Nabucodonosor.). También encontramos la lista de los descendientes de Zorobabel que fue príncipe en el exilio y en el retorno a la tierra prometida. La lista incluye nietos, lo que indica que la fecha de escritura fue algún tiempo después del retorno de Babilonia. El lenguaje del libro se parece mucho al de los Libros de Esdras, Nehemías y Ester.

Los Libros de Crónicas comienzan con Adán y llegan hasta el decreto de Ciro, rey de los persas, quien ordena la reconstrucción del templo en Jerusalén, es decir: abarca y resume la historia de todo el Antiguo Testamento. Principia con el primer Adán y nos prepara para la venida del postrer Adán.

El nombre hebreo que llevan estos dos libros es Dibrey-hay-yasmin que significa: “Las Palabras Diarias” o, como diríamos hoy, “Los Anales”. El nombre Crónicas se deriva de esto.

Algunas versiones de la Biblia llevan el nombre: “Libros Paralipómenos”, que tiene su origen en la versión griega del Antiguo Testamento y significa: “cosas omitidas”. La idea aquí es que complementan los relatos históricos que aparecen en los Libros de Samuel y Reyes. Sin embargo, los Libros de Crónicas se ocupan de los mismos hechos que esos libros, pero los presentan con un propósito diferente. Es más que una mera repetición.

Los Libros de Reyes dan la historia desde el punto de vista de los profetas (allí encontramos a Elías y Eliseo). Los Libros de Crónicas tiene el punto de vista de los sacerdotes. Los Libros de Reyes relatan la historia partiendo del punto de vista humano y los Libros de Crónicas, del punto de vista Divino. Como ejemplo de esto, podemos señalar que el avivamiento en los días de Ezequías se narra en tres versículos en 2 Reyes 18:3-5 3Hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho David su padre. 4El quitó los lugares altos, y quebró las imágenes, y cortó los símbolos de Asera, e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta entonces le quemaban incienso los hijos de Israel; y la llamó Nehustán. 5En Jehová Dios de Israel puso su esperanza; ni después ni antes de él hubo otro como él entre todos los reyes de Judá., pero ocupa tres capítulos en 2 Crónicas 29:3-31:21Ir a la Biblia en línea (sitio externo).

Los que retornaron de la cautividad encontraron su tierra en un estado deplorable: llena de ruinas, escombro y ceniza. Muchos prefirieron quedarse en Babilonia o Persia antes que afrontar las dificultades de reconstruir su patria. Este libro procura animarlos, recordándoles, por medio de sus genealogías, quiénes eran, y en la parte histórica, buscando que los acontecimientos pasados iluminaran el presente, dándoles ánimo para confiar en el Dios que los había llamado a ser una nación que fuera testimonio de su poder ante las demás naciones.

Ya hemos dicho que se trata de una historia de los reyes de Judá, reino que duró 136 años más que el de Israel, conocido también como el reino del norte. Los reyes de Israel se mencionan ocasionalmente, pero se da en detalle la historia de veintiún reyes de Judá.

Ofrecemos el siguiente bosquejo que abarca los dos Libros de Crónicas:

1. GENEALOGÍAS de los reyes de Judá 1 Cr. 1-9Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

2. CRÓNICAS de los reyes de Judá 1 Cr. 10 -2 Cr. 36Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

a) El Trono de David 1 Cr. 10-29Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

b) El Templo de Salomón 2 Cr. 1-9Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

c) El Testimonio de la historia 2 Cr. 10-36Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

El pueblo que regresó de Babilonia tuvo que tomar estas cosas en orden inverso. Tenían que escuchar el testimonio de la historia, luego su tarea fue restaurar, no el trono sino el templo. El trono tendrá que esperar hasta que el niño que nació a María se siente sobre “el trono de David su padre” (Lc. 1:32Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre).

COMENTARIO PARA EL LECTOR: Si usted, como padre de familia, acostumbra leer la Biblia junto con toda su familia en un momento dispuesto para ello cada día, le recomendamos, especialmente para las primeras lecturas, seleccionar pasajes más cortos para no cansar la atención de sus hijos pequeños y perder así el principal propósito de este momento, llamado “Altar Familiar”, que es el de llegar a amar y anhelar la lectura de la Palabra de Dios como una necesidad cotidiana.

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