Agosto 30

2 Crónicas 32:20-33Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

VICTORIA E INGRATITUD

El clamor al cielo trajo como respuesta la intervención de Dios y la derrota del enemigo (vs. 20-2220Pero el rey Ezequías y el profeta Isaías hijo de Amoz oraron por esto, y clamaron al cielo. 21Y Jehová envió un ángel, el cual destruyó a todo valiente y esforzado, y a los jefes y capitanes en el campamento del rey de Asiria. Por tanto, este volvió a su tierra avergonzado; y al entrar en el templo de su dios, lo mataron a espada sus propios hijos. 22Así salvó Jehová a Ezequías y a los habitantes de Jerusalén de las manos de Senaquerib, rey de Asiria, y de las manos de todos; y les dio reposo por todos lados. ). El pueblo trae ofrenda a Dios y regalos a Ezequías.

El rey que aprobó la prueba de adversidad no sale tan bien librado al ser probado por la popularidad. Cuando entra la soberbia en nuestro corazón, merma la conciencia de la soberanía de Dios. Practicar la gratitud es el mejor antídoto contra el orgullo.

Hay mayores detalles sobre la enfermedad del rey y su oración, el milagro de sanidad y la señal en el reloj de Acaz en 2 Reyes 20Ir a la Biblia en línea (sitio externo) e Isaías 38Ir a la Biblia en línea (sitio externo). Lea estos pasajes.

Dios vuelve a probar a Ezequías con prosperidad (vs. 27-3127Ezequías tuvo riquezas y gloria, muchas en gran manera; y adquirió tesoros de plata y oro, piedras preciosas, perfumes, escudos, y toda clase de joyas deseables. 28Asimismo hizo depósitos para las rentas del grano, del vino y del aceite, establos para toda clase de bestias, y apriscos para los ganados. 29Adquirió también ciudades, y hatos de ovejas y de vacas en gran abundancia, porque Dios le había dado muchas riquezas. 30Fue Ezequías quien cubrió los manantiales de Gihón la de arriba, y condujo el agua hacia el occidente de la Ciudad de David. Y fue prosperado Ezequías en todo lo que hizo. 31Pero en lo referente a los mensajeros de los príncipes de Babilonia, que enviaron a él para saber del prodigio que había acontecido en el país, Dios lo dejó, para probarle y conocer todo lo que estaba en su corazón.) para hacer notorio todo lo que estaba en su corazón.

Cuando nosotros vivimos en tiempos de prosperidad, ¿cómo reaccionamos ante ella? ¿Usamos nuestros bienes materiales para la gloria de Dios, para extender el mensaje del evangelio y para aliviar el sufrimiento de nuestros semejantes, o dejamos ver nuestro egoísmo al usarlo exclusivamente o en mayor proporción para nuestro propio bienestar y engrandecimiento?

“El Sembrador”
La Semilla es la Palabra de Dios
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