Agosto 1

2 Crónicas 6:22-42Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

LA CASA DE ORACIÓN

Siete veces encontramos la frase: “Tú oirás desde los cielos...” También encontramos siete motivos para orar:

1) En caso de pecado (v. 22Si alguno pecare contra su prójimo, y se le exigiere juramento, y viniere a jurar ante tu altar en esta casa; 1 Jn. 2:1Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.). ¿Fue nuestra primera oración?

2) En caso de derrota (v. 24Si tu pueblo Israel fuere derrotado delante del enemigo por haber prevaricado contra ti, y se convirtiere, y confesare tu nombre, y rogare delante de ti en esta casa). ¿Cuántas veces hemos sentido esto en la dimensión espiritual?

3) En caso de sequía (v. 26Si los cielos se cerraren y no hubiere lluvias, por haber pecado contra ti, si oraren a ti hacia este lugar, y confesaren tu nombre, y se convirtieren de sus pecados, cuando los afligieres,). ¿Sucede esto en nuestro corazón?

4) En caso de hambre o de cualquier otra necesidad (v. 28Si hubiere hambre en la tierra, o si hubiere pestilencia, si hubiere tizoncillo o añublo, langosta o pulgón; o si los sitiaren sus enemigos en la tierra en donde moren; cualquiera plaga o enfermedad que sea).

Por falta de espacio dejamos en manos del lector encontrar los demás.

Notemos que cada petición va acompañada de confesión de pecados y búsqueda de perdón. El pecado es la causa principal de los problemas y desastres que tenemos en la vida.

El templo de Salomón era “casa de oración” porque Dios había manifestado allí su presencia (5:13,1413cuando sonaban, pues, las trompetas, y cantaban todos a una, para alabar y dar gracias a Jehová, y a medida que alzaban la voz con trompetas y címbalos y otros instrumentos de música, y alababan a Jehová, diciendo: Porque él es bueno, porque su misericordia es para siempre; entonces la casa se llenó de una nube, la casa de Jehová. 14Y no podían los sacerdotes estar allí para ministrar, por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Dios.) y allí había puesto su nombre (6:20Que tus ojos estén abiertos sobre esta casa de día y de noche, sobre el lugar del cual dijiste: Mi nombre estará allí; que oigas la oración con que tu siervo ora en este lugar.). Toda persona, cercana o lejana, podía dirigir sus ojos a ese lugar para hallar perdón y auxilio. Daniel es ejemplo de esto (Dn. 6:10Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes.).

Hoy no tenemos templo con propiciatorio sino un trono de gracia que está en el cielo (Heb. 4:14-1614Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. 15Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. 16Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.), allí fijamos nuestra vista. El lugar en donde la iglesia se reúne hoy no añade virtud a sus oraciones, lo importante es hacia donde ora.

“El Sembrador”
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