Mayo 7

Levítico 27:1-34Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

LO PROPIO, LO CONSAGRADO, LO SEPARADO

Estas líneas no son suficientes para explicar lo complicado de las leyes de nuestra lectura, así que nos dedicaremos a explicar las tres palabras que tomamos para nuestro título.

1. Lo propio. Entre esto podemos señalar al primogénito (v. 26Pero el primogénito de los animales, que por la primogenitura es de Jehová, nadie lo dedicará; sea buey u oveja, de Jehová es.), aprendiendo que pertenece a Jehová.

2. Lo consagrado. Aquí están muchas cosas que Dios ha dado al hombre para que las use (su tierra) o las cuide (su vida): cosas que el hombre podía, bajo voto, devolver a Jehová (vs. 2,14,16,172Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando alguno hiciere especial voto a Jehová, según la estimación de las personas que se hayan de redimir, lo estimarás así: 14Cuando alguno dedicare su casa consagrándola a Jehová, la valorará el sacerdote, sea buena o sea mala; según la valorare el sacerdote, así quedará. 16Si alguno dedicare de la tierra de su posesión a Jehová, tu estimación será conforme a su siembra; un homer de siembra de cebada se valorará en cincuenta siclos de plata. 17Y si dedicare su tierra desde el año del jubileo, conforme a tu estimación quedará.). Lo consagrado a Jehová podía volver a ser usado por su dueño, pero debía pagar el rescate correspondiente.

3. Lo separado. En esta lista entra todo aquello que había llegado a ser abominable a Jehová (como las cosas de Jericó - Jos. 6:1-17 Ir a la Biblia en línea). Esto no podía ser rescatado por el pueblo para su uso personal.

¿La lección para hoy? Todo lo que nos rodea está circunscrito bajo ciertas leyes de propiedad con respecto a Dios. Cuidémonos de no usar para fines propios aquello que no es nuestro. Meditemos en 1 Corintios 6:19,20 19¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios..

“El Sembrador”
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