Mayo 4

Levítico 25:23-55Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

EL AÑO DE LA LIBERTAD

En la compraventa de terrenos, casas y servicios, había una ley interesante: cada cincuenta años todos estos compromisos quedaban nulificados. Había razones fuertes tras esta ley. El hombre, por desobediencia a Dios, por mala administración o por otras causas, empobrecía y se veía obligado a vender su propiedad: su terreno, su casa, sus hijos o a sí mismo. La ley enseñaba que:

1. Era disciplina y no sentencia. El extranjero sería echado de su propiedad o vendido a perpetuidad (vs. 45,46 45También podréis comprar de los hijos de los forasteros que viven entre vosotros, y de las familias de ellos nacidos en vuestra tierra, que están con vosotros, los cuales podréis tener por posesión. 46Y los podréis dejar en herencia para vuestros hijos después de vosotros, como posesión hereditaria; para siempre os serviréis de ellos; pero en vuestros hermanos los hijos de Israel no os enseñorearéis cada uno sobre su hermano con dureza.), no así el hijo. Dios había permitido su pobreza para enseñarle una lección. Después de ciertos años tendría oportunidad de enmendar su vida y comenzar de nuevo.

2. No hay distinción de personas. Todos pueden caer bajo la disciplina de Dios. El rico no debía aprovechar esta situación, sino tener temor de Dios (vs. 36,4336No tomarás de él usura ni ganancia, sino tendrás temor de tu Dios, y tu hermano vivirá contigo. 43No te enseñorearás de él con dureza, sino tendrás temor de tu Dios.).

3. El hombre no es dueño de sí mismo. Por eso la casa que había edificado podía venderse a perpetuidad, pero no la tierra que había recibido como herencia de la mano de Dios (v. 23La tierra no se venderá a perpetuidad, porque la tierra mía es; pues vosotros forasteros y extranjeros sois para conmigo.); ni podía ser tenido por esclavo (v. 39Y cuando tu hermano empobreciere, estando contigo, y se vendiere a ti, no le harás servir como esclavo.), pues su vida pertenecía a Dios (v. 42Porque son mis siervos, los cuales saqué yo de la tierra de Egipto; no serán vendidos a manera de esclavos.).

¿Podemos ver la aplicación de esto para el hijo de Dios el día de hoy?

“El Sembrador”
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