Hoy asistiremos a clases con Pedro, escuchando al Señor dar una lección fundamental con respecto a sí mismo.
1) ¿QUIÉN ES? La conclusión fue: “Tú eres el Cristo” (8:29Entonces él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy? Respondiendo Pedro, le dijo: Tú eres el Cristo.). Venía ungido por su Padre para llevar a cabo una misión especial.
2) ¿QUÉ HIZO? “Comenzó a enseñarles que...” (8:31Y comenzó a enseñarles que le era necesario al Hijo del Hombre padecer mucho, y ser desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y ser muerto, y resucitar después de tres días.). Habiendo establecido que venía al mundo con un propósito, comienza a presentarles cuál es éste. A Pedro le sorprendió la incongruencia de lo que oía: ¿El Dios eterno morir por mano humana? Se resistió a aceptar esta verdad. Tuvo que aprender primero algo sobre la imperiosa necesidad de que esto fuera así. Era necesario que Cristo muriera como sustituto del hombre.
3) ¿QUÉ PIDE? Esta lección viene introduciéndose desde la primera. Es importante ver y oír, pero hay que callar hasta comprender (8:27,3027Salieron Jesús y sus discípulos por las aldeas de Cesarea de Filipo. Y en el camino preguntó a sus discípulos, diciéndoles: ¿Quién dicen los hombres que soy yo? 30Pero él les mandó que no dijesen esto de él a ninguno.).
Finalmente comparte con ellos una visión de su gloria y les pide que sean sus testigos, aunque les ruega que esperen hasta que lo puedan hacer en el poder de la resurrección (9:9Y descendiendo ellos del monte, les mandó que a nadie dijesen lo que habían visto, sino cuando el Hijo del Hombre hubiese resucitado de los muertos.; ver 2 P. 1:16-1816Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad. 17Pues cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz que decía: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia. 18Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo.).