Este capítulo descubre la corrupción que hay bajo el atractivo superficial de la mujer extraña (vs. 1-61 Hijo mío, está atento a mi sabiduría, Y a mi inteligencia inclina tu oído, 2 Para que guardes consejo, Y tus labios conserven la ciencia. 3 Porque los labios de la mujer extraña destilan miel, Y su paladar es más blando que el aceite; 4 Mas su fin es amargo como el ajenjo, Agudo como espada de dos filos. 5 Sus pies descienden a la muerte; Sus pasos conducen al Seol. 6 Sus caminos son inestables; no los conocerás, Si no considerares el camino de vida.); luego exhorta sobre la castidad (vs. 7-147 Ahora pues, hijos, oídme, Y no os apartéis de las razones de mi boca. 8 Aleja de ella tu camino, Y no te acerques a la puerta de su casa; 9 Para que no des a los extraños tu honor, Y tus años al cruel; 10 No sea que extraños se sacien de tu fuerza, Y tus trabajos están en casa del extraño; 11 Y gimas al final, Cuando se consuma tu carne y tu cuerpo, 12 Y digas: ¡Cómo aborrecí el consejo, Y mi corazón menospreció la reprensión; 13 No oí la voz de los que me instruían, Y a los que me enseñaban no incliná mi oído! 14 Casi en todo mal he estado, En medio de la sociedad y de la congregación.) y, finalmente, compara lo que ofrece la mujer extraña con el deleite del matrimonio (vs. 15-2315 Bebe el agua de tu misma cisterna, Y los raudales de tu propio pozo. 16 ¿Se derramarán tus fuentes por las calles, Y tus corrientes de aguas por las plazas? 17 Sean para ti solo, Y no para los extraños contigo. 18 Sea bendito tu manantial, Y alégrate con la mujer de tu juventud, 19 Como cierva amada y graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, Y en su amor recréate siempre. 20 ¿Y por qué, hijo mío, andarás ciego con la mujer ajena, Y abrazarás el seno de la extraña? 21 Porque los caminos del hombre están ante los ojos de Jehová, Y él considera todas sus veredas. 22 Prenderán al impío sus propias iniquidades, Y retenido será con las cuerdas de su pecado. 23 El morirá por falta de corrección, Y errará por lo inmenso de su locura.).
Aunque lo importante aquí es la aplicación literal, muy necesaria en nuestros días, los consejos son aplicables a la seducción de religiones falsas. En el Apocalipsis aparecen las dos mujeres que vemos en este capítulo: la ramera (caps. 17Ir a la Biblia en línea (sitio externo),18Ir a la Biblia en línea (sitio externo)) y la esposa del Cordero (cap. 19Ir a la Biblia en línea (sitio externo)).
El que se deja llevar por las promesas de la mujer extraña, habiendo escuchado estas advertencias, no lo hará por ignorancia sino por necedad. En contraste con deleites pasajeros que tienen amargo final está la delicia duradera del matrimonio (vs. 18,1918 Sea bendito tu manantial, Y alégrate con la mujer de tu juventud, 19 Como cierva amada y graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, Y en su amor recréate siempre.). Es importante reconocer que el placer del matrimonio es un don de Dios. “Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios” (Heb. 13:4Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios. ).
Perder lo duradero por lo pasajero es andar ciego (v. 20¿Y por qué, hijo mío, andarás ciego con la mujer ajena, Y abrazarás el seno de la extraña?).