Febrero 11

Proverbios 11:1-31Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

¿QUÉ DIFERENCIA HAY?

Este capítulo sigue el tema del anterior: la bendición que reciben los que practican la justicia, y el castigo que será porción de los que viven en impiedad.

La lectura nos indica que la diferencia es tremenda. Se habla de sembrar justicia (v. 18El impío hace obra falsa; Mas el que siembra justicia tendrá galardón firme.) y la cosecha es galardón firme. Se habla de la generosidad, que se contrasta con la mezquindad (v. 24Hay quienes reparten, y les es añadido más; Y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza.), y aquí entra en juego una ley inviolable: “El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará” (2 Co. 9:6Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.).

La hermosura externa, sin virtudes, es “como zarcillo de oro en el hocico de un cerdo” (v. 22). Palabras fuertes éstas, pero llenas de razón. Es señal de madurez espiritual ver las cosas como Dios las ve. “Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón” (1 S. 16:7Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.).

El acaparador recibe la maldición del pueblo y pierde la bendición de Dios (v. 26Al que acapara el grano, el pueblo lo maldecirá; Pero bendición será sobre la cabeza del que lo vende.) ¿Qué diremos del que no reparte el pan de vida a los necesitados que le rodean?

“El Sembrador”
La Semilla es la Palabra de Dios
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