Enero 3

Salmo 44:1-26Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

“LEVÁNTATE PARA AYUDARNOS”

En este salmo el estado en que se encuentra el pueblo de Dios es muy triste: cobardía cundía entre ellos y eran objeto de la burla de sus enemigos. El salmista les recuerda experiencias pasadas cuando Dios les había dado grandes victorias. Esta base sirve de apoyo para la esperanza de un futuro mejor.

La segunda parte del salmo trata de sufrimientos que vienen, no por pecado propio sino por pertenecer a Dios: “Por causa de ti nos matan cada día” (v. 22Pero por causa de ti nos matan cada día; Somos contados como ovejas para el matadero.). Siglos más tarde Pablo se da cuenta que los creyentes viven la misma experiencia y cita estas palabras en Romanos 8:36Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero.. Recordemos que el Señor sufrió por causa nuestra (Is. 53:5-7 5Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. 6Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. 7Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.). Debemos estar dispuestos a sufrir por él (Fil. 1:29Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él,).

Un fruto inmediato que produce la persecución es hacernos buscar a Dios. La oración de los últimos versículos tiene una nota de urgencia: el salmista sentía que Dios dormía y trata de despertarlo: “Levántate para ayudarnos” (v. 26Levántate para ayudarnos, Y redímenos por causa de tu misericordia.). Algo así hicieron los discípulos cuando su Maestro dormía en la popa de un barco mientras rugía una tempestad (Mr. 4:38,3938Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos? 39Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza.). ¿Hemos confiado nuestra protección al Señor?

“El Sembrador”
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