Enero 2

Salmo 43:1-5Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

LUZ Y VERDAD

Este salmo es parte del anterior ya que comparten el mismo refrán (Compare 42:5,115¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío. 11¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío. con 43:5¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.). Vea cuántas veces se halla la pregunta, ¿por qué? en estos dos salmos. En el conflicto emocional entre duda y devoción, clamor y cántico, la mente humana con frecuencia hace esta pregunta. ¿Es malo preguntar esto? No lo es si encontramos respuestas como las que hay en este salmo y hacemos nuestra la oración: “Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán” (v. 3Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán; Me conducirán a tu santo monte, Y a tus moradas.). Éstas no son cosas abstractas: Cristo es la luz y él es la verdad y además él es quien nos guiará.

Notemos la secuencia: santo monte, tus moradas y altar de Dios, que culmina con “Dios de mi alegría y de mi gozo” (v. 4Entraré al altar de Dios, Al Dios de mi alegría y de mi gozo; Y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío.). El adorador sincero no queda satisfecho con un lugar geográfico, con un edificio, ni con un altar: quiere llegar a Dios mismo. Haremos bien al preguntarnos si en nuestro concepto de adoración y en nuestra experiencia cabe lo que hemos leído hoy.

¿Podemos decir que Dios es Dios de nuestra alegría y de nuestro gozo?

“El Sembrador”
La Semilla es la Palabra de Dios
Apartado Postal 28,
94300, Orizaba, Ver., México.
xm.gro.rodarbmesle@rodarbmesle