El versículo 10Príncipes de Sodoma, oíd la palabra de Jehová; escuchad la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra. ha de interpretarse en el lenguaje del versículo anterior. Aquellos para con quienes Dios tuvo misericordia (el remanente) no fueron como Sodoma y Gomorra. Los rebeldes, sin embargo, sí son como estas ciudades que fueron destruidas por lo horrendo de sus pecados, y Dios está hablando a los príncipes del pueblo rebelde.
No deben confundir el cumplimiento de sus ritos con la obediencia. ¿Cuántas veces se cae en el mismo error a través de la historia (Ro. 14:17porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.)? Dios no necesita de nuestros sacrificios; quien necesita de ellos soy yo. Dios busca que al cumplir lo que él pide de mí, yo aprenda lo horrendo que es el pecado ante sus ojos y lo hermoso que es hacer bien y buscar el juicio (v. 17aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda).
Además, como lección fundamental, debo aprender que lo importante es el estado de mi relación personal e íntima con Dios: debo estar “a cuenta” con él (v. 18Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.). Ante la maravillosa oferta del versículo 18Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana., no es sorprendente que la diferencia entre comer “el bien de la tierra” y ser “consumidos a espada” es la frase: “Si quisiereis” (vs. 19,2019Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra; 20si no quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos a espada; porque la boca de Jehová lo ha dicho.). ¿Está Ud. de acuerdo?