Septiembre 3

Deuteronomio 8:1-20Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

“CUÍDATE DE NO OLVIDARTE”

El pacto de Dios con su pueblo tenía dos partes: la de Dios era llevarlos a una tierra que fluía leche y miel, y estando allí, bendecirlos y prosperarlos; la parte del pueblo era obedecer a su Dios en todo.

Hoy somos llevados a observar cómo están ligadas ambas partes y cómo nuestro olvido de la primera lleva al olvido de la segunda.

Dios cumpliría su pacto, llegaría el día en que se sentarían bajo la sombra de sus higueras y granados y comerían del trigo de la tierra y probarían la grosura de sus ganados. ¡Cuán lejos parecería Egipto entonces y cuán distantes los días en el desierto! Pero en su corazón entraría el orgullo y se olvidarían de Jehová. Se olvidarían también de que lo que estaban disfrutando era parte de un pacto firmado en el monte Horeb. Olvidarían porqué tenían que obedecer.

Olvidar que soy criatura de Dios y que de él recibo fuerza y salud, me hace un ser irresponsable que olvida que un día estaré ante Dios en juicio, para rendirle cuentas. Olvidar la cruz de Cristo me hará un ser ingrato que olvida que debe vivir para el que murió por mí.

“El Sembrador”
La Semilla es la Palabra de Dios
Apartado Postal 28,
94300, Orizaba, Ver., México.
xm.gro.rodarbmesle@rodarbmesle