Las fiestas fueron dadas con instrucciones precisas y deseos claros. Fundamentalmente, que no se olvidaran de su Dios que los libertó de Egipto, quien les daba cosechas abundantes y les había prometido reposo verdadero. Estudiémoslas.
1. Panes sin levadura.
Antes del día 14 deberían salir de sus hogares rumbo a la ciudad donde estuviera el tabernáculo dejando sus casas limpias de todo moho o levadura; comerían la pascua y panes sin levadura; luego comenzarían la vida en hogares limpios y renovados.
2. Las semanas.
Una semana de semanas –49 días– pasarían entre el comienzo de la siega y esta fiesta, celebrada el día 50 –Pentecostés. Llevarían del fruto de la tierra y se alegrarían con sus hermanos y aun con los extranjeros.
3. Los tabernáculos.
Esta fiesta del séptimo mes, habla de reposo. Los productos del campo, hortaliza y huerto ya estaban recogidos y podían reposar con el descanso del que sabe que ha cumplido con su deber.
Lectura adicional: “La Buena Parte”, Año II, Trimestre 2, Abril 29-Mayo 1.