Moisés nace bajo sentencia de muerte. La persecución se hace más intensa y Faraón ordena que todo hijo varón sea echado al río (1:22Entonces Faraón mandó a todo su pueblo, diciendo: Echad al río a todo hijo que nazca, y a toda hija preservad la vida.). Uno mayor que Faraón buscaba truncar la línea de donde, según su naturaleza humana, nacería el Mesías. Pero Dios vence a la serpiente librando a Moisés, como también libró a Cristo de los designios homicidas de Herodes (Mt. 2:13-1613Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José y dijo: Levántate y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga; porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo. 14Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto, 15y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo. 16Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho, y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores, conforme al tiempo que había inquirido de los magos.).
Vemos tres manifestaciones de la providencia de Dios:
1. La madre ve que el niño “era hermoso” (v. 2la que concibió, y dio a luz un hijo; y viéndole que era hermoso, le tuvo escondido tres meses.), o como dice Esteban ante el concilio en Jerusalén, “agradable a Dios” (Hch. 7:20En aquel mismo tiempo nació Moisés, y fue agradable a Dios; y fue criado tres meses en casa de su padre.), y tiene la fe suficiente para esconderlo y después para preparar una arquilla.
2. La hija de Faraón lo encuentra, el niño llora, y esto conmueve el corazón de la princesa (v. 6Y cuando la abrió, vio al niño; y he aquí que el niño lloraba. Y teniendo compasión de él, dijo: De los niños de los hebreos es éste.).
3. La misma madre obtiene el puesto de nodriza (v. 9a la cual dijo la hija de Faraón: Lleva a este niño y críamelo, y yo te lo pagaré. Y la mujer tomó al niño y lo crió.) y no cabe duda que esta mujer de fe ejerció influencia formativa sobre el niño que llegó a conocer a Dios sobre las rodillas de su madre. Ésta fue también la experiencia de Timoteo (2 Ti. 1:5trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también. ).
Más tarde Moisés estudiaría en los mejores colegios de Egipto y Faraón pagaría los gastos de la educación del futuro libertador. ¡Cuán inescrutables son los caminos de Dios!