LA búsqueda de esposa para Isaac tuvo principio, desde el punto de vista humano, en el corazón de Abraham (vs. 3-9y te juramentaré por Jehová, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, entre los cuales yo habito; 4sino que irás a mi tierra y a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo Isaac. 5El criado le respondió: Quizá la mujer no querrá venir en pos de mí a esta tierra. ¿Volveré, pues, tu hijo a la tierra de donde saliste? 6Y Abraham le dijo: Guárdate que no vuelvas a mi hijo allá. 7Jehová, Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi parentela, y me habló y me juró, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra; él enviará su ángel delante de ti, y tú traerás de allá mujer para mi hijo. 8Y si la mujer no quisiere venir en pos de ti, serás libre de este mi juramento; solamente que no vuelvas allá a mi hijo. 9Entonces el criado puso su mano debajo del muslo de Abraham su señor, y le juró sobre este negocio.), pero el verdadero principio está en los propósitos eternos de Dios (vs. 14,5014Sea, pues, que la doncella a quien yo dijere: Baja tu cántaro, te ruego, para que yo beba, y ella respondiere: Bebe, y también daré de beber a tus camellos; que sea ésta la que tú has destinado para tu siervo Isaac; y en esto conoceré que habrás hecho misericordia con mi señor. 50Entonces Labán y Betuel respondieron y dijeron: De Jehová ha salido esto; no podemos hablarte malo ni bueno. ). Abraham desea que su hijo encuentre esposa digna de su posición como heredero de las bendiciones de Dios (v. 12Y dijo: Oh Jehová, Dios de mi señor Abraham, dame, te ruego, el tener hoy buen encuentro, y haz misericordia con mi señor Abraham.).
En Isaac tenemos una hermosa figura de Cristo como Hijo del Padre (Col. 1:13el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo), “heredero de todo” (Heb. 1:2en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo) y aquel en cuya mano están todas las cosas (Jn. 3:35El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano.).
En esta historia está la esencia del plan divino de salvación para el hombre y un bosquejo de la historia de la iglesia. Pidamos que el Espíritu Santo abra los ojos de nuestro entendimiento para ver estas cosas al leer este capítulo.
También tiene lecciones prácticas para nuestra vida diaria y para formar buen criterio con respecto al matrimonio. Padres: observen la parte que tuvo la oración en la búsqueda de esposa idónea.
Consideremos unos momentos la conducta de Rebeca que, cuando le piden agua, va la segunda milla (Mt. 5:41y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos.). Ofrece abrevar los camellos y no sólo darle agua al siervo de Abraham. Contrastemos su acción con la conducta de la samaritana que no dio agua al Salvador (Jn. 4:9La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí.).