EL hambre persiste y es necesario regresar a Egipto en busca de alimento, pero Jacob no quiere dejar ir a su hijo menor, el único que le queda de su amada Raquel.
Judá, el de la idea de vender a José (37:26Entonces Judá dijo a sus hermanos: ¿Qué provecho hay en que matemos a nuestro hermano y encubramos su muerte?), es el que persuade a su padre a dejar ir a Benjamín al ofrecerse como fiador (vs. 8,98Entonces Judá dijo a Israel su padre: Envía al joven conmigo, y nos levantaremos e iremos, a fin de que vivamos y no muramos nosotros, y tú, y nuestros niños. 9Yo te respondo por él; a mí me pedirás cuenta. Si yo no te lo vuelvo a traer, y si no lo pongo delante de ti, seré para ti el culpable para siempre). El que entregó a un hermano se ofrece como garantía de la seguridad del otro, lo que ciertamente indica un cambio de actitud.
Nosotros también tenemos un fiador que habla a nuestro favor y es el León de la tribu de Judá, Cristo Jesús. Sabiendo lo que le iba a costar se hizo responsable por nosotros y pagó todas nuestras deudas y obligaciones en la cruz (Gá. 3:13-1513Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), 14para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu. 15Hermanos, hablo en términos humanos: Un pacto, aunque sea de hombre, una vez ratificado, nadie lo invalida, ni le añade.).
En Hebreos 7:22Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto. leemos que “Jesús es hecho fiador de un mejor pacto”, ratificado con su sangre. El salva “perpetuamente a todos los que por él se acercan a Dios” (Heb. 7:25por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.).
Jacob y sus hijos no discernieron la intervención de José a su favor en el viaje anterior por lo tanto estaban llenos de dudas y temores.
Tal es hoy el resultado de la incredulidad que persiste en el corazón de los que se dicen creyentes.