Marzo 25

Mateo 25:1-13Ir a la Biblia en línea (sitio externo)

LA IMPORTANCIA DE ESTAR VELANDO

SEGUIMOS con el tema de no saber “el día ni la hora” (v. 13Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.), pero ahora el ejemplo que usó el Maestro da otra lección. Puedo creer que el esposo viene y puedo esperarlo, pero no es suficiente (vs. 11,1211Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! 12Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco.). Lo importante es tener las lámparas encendidas, estar despierto y tener aceite.

El aceite habla del Espíritu Santo (1 Jn. 2:27Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.) con quien hemos sido ungidos al aceptar a Cristo como Salvador y Señor. La vida presente (lámparas) era de todas, la vida eterna (aceite) sólo la tenían las prudentes, y note que no se podía compartir (v. 9Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas.). Muchos viven bajo este error. Se arrepienten de sus pecados, se conmueven ante la cruz, pero no entregan sus vidas para rendir un servicio incondicional al que aclaman con sus labios como Señor. Nadie puede clamar con sinceridad: “Señor”, a no ser por el Espíritu (1 Co. 12:3Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo.). De aquí la importancia de saber que Jesucristo es Señor de nuestras vidas y esto se hará por el fruto que damos (Gá. 5:22,2322Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.).

Finalmente, podemos estar preparados, pero dormidos. Esto nos quitará el gozo de clamar: “¡Aquí viene el esposo!” (v. 6Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle!; Ro. 13:11Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. ; Ef. 5:14Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo.)

¿Espera Ud. a su Señor preparado y despierto?

| Más
“El Sembrador”
La Semilla es la Palabra de Dios
Apartado Postal 28,
94300, Orizaba, Ver., México.
xm.gro.rodarbmesle@rodarbmesle