AL igual que una sinfonía, un salmo puede estar compuesto de varios movimientos. En éste observamos dos. En el primer movimiento hay tristeza, pero en el segundo hay triunfo.
2. Un cántico de alabanza (vs. 8-108 Apartaos de mí, todos los hacedores de iniquidad;
Porque Jehová ha oído la voz de mi lloro.
9 Jehová ha oído mi ruego;
Ha recibido Jehová mi oración.
10 Se avergonzarán y se turbarán mucho todos mis enemigos;
Se volverán y serán avergonzados de repente.): las notas son de confianza.
Este es el primero de los salmos penitenciales. Salmo Penitencial es aquel que expresa pesar por el pecado y pide perdón. Los otros salmos de este tipo son el 32, 38, 51, 102, 130 y 143. Nos conviene marcarlos y conocerlos bien porque frecuentemente necesitaremos hacer uso de ellos, al igual que Israel (véase Oseas 14:2Llevad con vosotros palabras de súplica, y volved a Jehová, y decidle: Quita toda iniquidad, y acepta el bien, y te ofreceremos la ofrenda de nuestros labios.).
¿Cuándo fue la última vez que derramamos lágrimas a causa de nuestras culpas (v. 6Me he consumido a fuerza de gemir;
Todas las noches inundo de llanto mi lecho,
Riego mi cama con mis lágrimas.)? La confianza que expresa David al saber que su oración fue oída y su pecado perdonado la podremos sentir nosotros si confiamos en la promesa de 1 Juan 1:9Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.. Este salmo nos traza el camino que recorre el alma santa que ha pecado. Hay tres pasos que describen los pensamientos del penitente:
1. Autoexamen: estoy enfermo, turbado, preso (vs. 2-42 Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy enfermo;
Sáname, oh Jehová, porque mis huesos se estremecen.
3 Mi alma también está muy turbada;
Y tú, Jehová, ¿hasta cuándo?
4 Vuélvete, oh Jehová, libra mi alma;
Sálvame por tu misericordia.).
2. Tristeza santa: lágrimas abundantes (véase 2 Co. 7:10Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte.).
3. Comunión restaurada: “Jehová ha oído” (vs. 8,98 Apartaos de mí, todos los hacedores de iniquidad;
Porque Jehová ha oído la voz de mi lloro.
9 Jehová ha oído mi ruego;
Ha recibido Jehová mi oración.).
La gratitud que produce el saber que nuestros pecados han sido perdonados, debe resultar en cuidado para no caer otra vez en lo mismo.