La fe es el secreto de la victoria sobre pruebas y tentaciones que son parte de la vida cristiana (vs. 2,12). Las pruebas no son algo opcional, son inevitables. Observemos que ambos versículos citados dicen “cuando” en vez de decir “si”, y no se trata de evadir las pruebas, sino de resistirlas.

Los versículos 12-15 nos dan el génesis de la tentación y la genealogía del pecado. Merecen estudio intenso. ¿Qué necesitamos para ser vencedores en tiempo de prueba? Se mencionan varias puntos en este capítulo:

1. Paciencia (v. 4). Si por impaciencia huimos de la prueba, perderemos los beneficios que puede aportarnos.

2. Sabiduría (v. 5). Esta es una gran necesidad, pero, gracias a Dios, la provisión es superior a la necesidad.

3. Recursos. “Toda buena dádiva y todo don perfecto” (v. 17).

4. La palabra (vs. 21-25). Debemos recibir la palabra porque, ingerida, es un poder en nosotros que nos ayuda a hacer la voluntad de Dios.

Recibimos la palabra de Dios al oírla, obedecerla y perseverar en ella. Esa es la diferencia entre la religión “vana” (v. 26) y la que es “pura y sin mácula” (v. 27).

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